Maxim Shalygin es uno de los compositores más inspirados de los Países Bajos. Su ciclo SIMILAR, en constante expansión, da alas a la imaginación musical.

Cuatro teclados al unísono espiritual. Los pianistas se inclinan sobre sus instrumentos con pasión. Durante una hora, el cuarteto lleva al público a un estimulante viaje en montaña rusa por cumbres emocionales y panoramas poéticos. El estreno de Delirium, del compositor neerlandés-ucraniano Maxim Shalygin, causó sensación la primavera pasada. En el Muziekgebouw de Ámsterdam, esta ambiciosa composición para cuatro pianos fue la espectacular coda del Festival de Música Minimal 2023. Tanto los pianistas como el público se pierden en las alucinantes sonoridades.

Al principio, un leve sonido de campanas se eleva desde las teclas. La tensión aumenta y pronto se suceden los clímax. Los pasajes suaves y melodiosos dan paso a una sección intermedia de ritmo sobrecogedor, en la que el toque de los pianistas se desata como un huracán. Momentos extáticos que uno desearía que no acabaran nunca. La obra de Maxim Shalygin es una fusión de extremos. En un momento en que la guerra sigue haciendo estragos en su país natal, Ucrania, esta música tranquilizadora parece calentar el corazón. Un compositor audaz y valiente que se ha labrado un lugar especial en la escena musical holandesa.

La visión musical de Maxim Shalygin hunde sus raíces en su ciudad natal, Kamjanske, donde se reveló desde muy joven como un virtuoso acordeonista. Sin embargo, sus profesores de música descubrieron su don para las composiciones originales. Los horizontes creativos del joven Maxim iban aún más lejos.
En 2010, encontró la inspiración en los Países Bajos. En el Real Conservatorio de La Haya, estudió con los compositores Diderik Wagenaar y Cornelis de Bondt. En la actualidad, Shalygin sigue viviendo y trabajando en La Haya, donde desarrolla con energía su obra, asistido por su esposa. En poco tiempo, se ha hecho con un público fiel.

Maximumist

El ciclo de composiciones SIMILAR, en constante expansión, ocupa un lugar central en este trabajo. Delirium, una pieza escrita para cuatro pianos de cola, es el cuarto capítulo de este ciclo, que comenzó en 2017 con Lacrimosa o 13 canciones mágicas para siete violinistas.
En cada capítulo de SIMILAR, Shalygin asume el reto de componer una obra para un grupo de instrumentos idénticos. 

En el pasado, otros compositores contemporáneos se aventuraron a escribir obras a gran escala para el mismo grupo de instrumentos. Entre ellos figuran Steve Reich, Lois V. Vierk y Michael Gordon. El compositor holandés Simeon ten Holt también se dio a conocer con sus excéntricas obras para varios instrumentos de teclado. En la mayoría de los casos, estas composiciones de concepción estructural están fuertemente influidas por las técnicas repetitivas de la música minimalista y postminimalista. 

El enfoque de Shalygin puede describirse como maximalista, en el sentido de que sobrepasa los límites de la expresión, el timbre y el virtuosismo, confiriendo a su música un carácter abierto e independiente.

Las composiciones de SIMILAR nunca degeneran en tediosos ejercicios conceptuales. Shalygin abraza la rica tradición de la música clásica, y el oído detecta influencias que van de la música polifónica primitiva al Romanticismo y de la grandeza sinfónica mahleriana a la calma del Impresionismo. El ritmo alucinatorio de la música minimalista también aparece de vez en cuando en las obras de SIMILAR, especialmente en Delirium. " SIMILAR es mi mundo. Cuando compongo, no me niego nada, y quiero explorar tantas emociones y opciones compositivas como sea posible. Si, al final, el resultado funciona para mí, también funcionará para los demás ", afirma el compositor. 

En SIMILAR, Shalygin opta deliberadamente por un amplio lienzo de una hora o más, que permite al oyente sumergirse en este nuevo mundo sonoro. " Mi música tiene que ofrecer tiempo y espacio para la exploración. Es como bucear ", compara Shalygin. Las limitaciones instrumentales de su ciclo SIMILAR actúan como detonante de su imaginación musical. Tarda entre año y medio y dos años en escribir cada capítulo. Es un macrociclo al que pretende dedicar toda su carrera.

Lacrimosa o 13 canciones mágicas para siete violinistas marcó el ambicioso comienzo del ciclo SIMILAR. El compositor fundó el conjunto de violines Shapeshift especialmente para esta obra. Shalygin había caído bajo el hechizo del sonido de un solo violín cuando compuso sus Cartas a Anna, una intensa obra para violín solo, en 2010. La idea de escribir algún día una composición a gran escala para varios violines comenzó a crecer en su mente. Al mismo tiempo, descubrió la obra del escritor estadounidense Mark Danielewski, que alcanzó fama mundial con su libro House of Leaves y su ciclo largo The Familiar. De los veintisiete volúmenes previstos inicialmente, el autor consiguió finalmente completar cinco. La audaz idea de un ciclo creativo de este tipo a lo largo de toda una vida arraigó en la mente de Shalygin y dio lugar al nacimiento de SIMILAR.

Una odisea emocional

El ciclo SIMILAR puede verse como una odisea emocional en la que el compositor trata de canalizar sus tumultuosos sentimientos en estructuras musicales cada vez más inventivas. "Aspiro a experimentar la belleza a través de todos los sentidos. Incluyendo las emociones feas si es necesario, siempre y cuando seas franco y sincero como compositor ", resume Shalygin.

Su Lacrimosa es un paisaje sonoro episódico que nos lleva de una emoción cruda y condensada a otra. "Lacrimosa está llena de dolor, y no hay distancia entre la música y el público ", dice hoy Shalygin. En la suite Todos los fuegos el fuego (2018-2019), escrita para los cuartetos Amstel y Keuris, ocho saxofones cobran protagonismo. Su rica y sensible paleta de sonidos, moviéndose ingeniosamente de un matiz a otro, deja al oyente encantado y asombrado.

La tercera parte de SIMILAR, Severade (2021), pensada para ser interpretada por nueve violonchelos, está concebida de un modo más teatral. La solista Maya Fridman interpreta el papel principal, acompañada en directo por el Cello Octet Amsterdam. A los nueve violonchelos se unen los rítmicos sonidos de cuerda de las instalaciones sonoras de Rob Van den Broek. La interpretación de la composición se revela como un ritual sonoro con tintes de trance. Una conmovedora melodía interpretada por los violonchelos desencadena una cascada de emociones. "La obra está estructurada casi como una sonata, con temas. Las emociones que evoca cambian constantemente ", señala Shalygin. Cada nuevo capítulo de SIMILAR supone un gran paso adelante para Shalygin como compositor. " En el cuarto capítulo, Delirium, conseguí estructurar la composición de tal forma que se creara la distancia perfecta entre el público y la música. No se obliga al oyente a escuchar, sino que se le invita y anima suavemente a entrar en este nuevo espacio sonoro único. No todos los días se consiguen realizar las intenciones de esta manera".

Avenir

SIMILAR representa un proceso de aprendizaje continuo para el compositor Shalygin. Gracias al ímpetu creativo de este ciclo, la inspiración fluye constantemente, y está impaciente por afrontar nuevos retos. Shalygin trabaja actualmente en su primera ópera, basada en El banquete de Platón. También está detrás de la cámara dirigiendo una película basada en su composición para violín Letters to Anna. " Como en mi música, mis tomas nos permiten vislumbrar un secreto, algo mágico y desconocido.

Para el futuro, ya están en proyecto algunos nuevos capítulos de SIMILAR. En septiembre de 2024 debería estrenarse Brick (título provisional), una composición para dieciséis instrumentos de metal, entre ellos trompetas, trompas, trombones y tubas. " Será muy potente", promete. También está pensando en añadir a SIMILAR una composición para seis percusionistas que interpretará Slagwerk Den Haag, así como una pieza para cinco flautas dulces para el conjunto especializado Seldom Sene. Shalygin tampoco ha abandonado su sueño de componer para orquesta sinfónica. "Tengo la intención de escribir versiones orquestales de Lacrimosa y Severade. Sólo falta encontrar la orquesta", sonríe.

Mark van de Voort, Den Bosch

Con el apoyo de Performing Arts Fund (NL)

Fotos © Anna-Reshetniak
Fotos © Eduardus Lee