Raquel García Tomás: con los pies en el suelo

Entrevistas 06.10.2022

De niña, descubrió el piano cuando su profesora decidió crear una escuela de música extraescolar. Después, en casa, al ver que la niña prometía, los padres decidieron comprar un piano de segunda mano. Y ahora, Raquel García Tomás es ya una compositora sólida, tenaz, con las ideas claras y un corazón intenso. La mejor prueba de todo ello: su trabajo, su obra. En 2020 fue galardonada con el Premio Nacional de Música por la interdisciplinariedad, innovación y arriesgado de un lenguaje compositivo singular.
Preocupada por la realidad social que la envuelve, Raquel García Tomás reflexiona en sus creaciones de la complejidad humana, de ese universo inacabable. Su próxima ópera, Alexina B., que se estrenará en el Liceo en 2023, tiene como protagonista a Adélaïde Herculine Barbin, la primera persona intersexual de la cual tenemos unas memorias en prima persona y que descubrimos en Francia en 1978 gracias a Michel Foucault. Con ello, Raquel García Tomás se convertirá en la segunda mujer en la historia del gran teatro de Barcelona que estrene una ópera en la sala grande.

¿Llegado aquí fue fruto del azar o llegaste tras haberlo reflexionado mucho?
Fue más bien el resultado de mucho trabajo y de algun talento que debo tener. Siempre hay un componente de azar, de saber estar en el momento adecuadoen el que conoces a alguien con quien colaborarás; aunque, también, hay que saber aprovechar esa coincidencia. Ha habido azar, por supuesto, pero también instinto. Y mucha observación interior, saber cómo quiero crear, quién soy, hacia dónde debo ir, comprender cómo puedo trabajar más a gusto. Y tener compromiso, cumplir con los encargos. Si no hubiera trabajado bien, quizá no me hubieran vuelto a llamar.

Más de la pluralidad de obras y proyectos ¿qué constantes e inquietudes se mantienen en tu creación ?
Me gusta que mis obras (no siempre lo consigo) me provoquen un crecimiento personal y artístico, es decir, conseguir un rédito por el trabajo creado. Hay obras, por ejemplo, la ópera en la que estoy trabajando, Alexina B, cuya temática tiene una fuerte carga social, que me invita a una transformación personal más profunda, ya que me permite descubrir realidades sociales que, en muchas ocasiones, me resultan ajenas y desconocidas.

Habla de su nueva ópera Alexina B, con libreto de Irène Gayraud, que se estrenará en marzo en el Liceu. Vuelves a trabajar con Marta Pazos, con quien ya trabajaste en Soy un narcisista en 2018.
Sí, volveré a trabajar con Marta, porque mi experiencia con ella fue fantástica. En Alexina B. Podría haber elegido un director y pensé en ella. No dudé ni un momento.

¿Cómo trabajan juntos?
Nos entendemos muy bien. Me gusta su forma de trabajar durante el proceso creativo: su manera de comunicarse, su carácter, su personalidad. También me gusta el resultado final, porque trabajar juntas nos hace mejores a las dos: ¡con ella me siento mejor compositora! 

Las dos obras en las que han trabajado juntos son muy diferentes. Je suis narcissiste (2018) es una ópera bufa, un collage musical fresco y inmediato. En cambio, Alexina B., es otra cosa: la historia de Adélaïde Herculine Barbin, conocida como Alexina B., una persona intersexual. El reto, en ambas, es muy distinto.
Sí, son dos obras de temática diferentes. Je suis narcisiste es más breve de temática actual, de humor absurdo,  con tratamiento musical de referencias al cine, clichés musicales, pretendiendo la risa de nosotros mismos. Además, era una ficcion. Una sátira, vaya. En cambio, Alexina B., está basada en un hecho real, en el siglo XIX. Ella es la primera persona intersexual que deja escrita sus memorias. Evidentemente, ya había personas intersexuales, las ha habido desde siempre, es una cuestión biológica. Hay documentos médicos que lo documentan. Pero, con Alexina, sucede que es la primera vez que alguien escribe sus memorias en primera persona sobre su sexualidad. Por lo tanto, Alexina B. es una ópera seria,un drama, de tema profundo, conmovedor. Dura unas dos horas y el equipo es más grande. Además, al ser del siglo XIX, tomo préstamos de la música popular, arcaica.
Digamos que es una obra más adulta.

En otra creacion tuya, DisPLACE, abordabas los desahucios y la gentrificación; en Je suis narcissiste, el individualismo egocéntrico. Y en Alexina B, la identidad. Uno diría que no te interesa el arte por el arte. Tus obras siempre procuran tratar temas importantes.
A mí me gusta tratar temas de contenido, sí, que me hagan ser, finalmente, mejor ciudadana. Recuerdo que en DisPLACE, el término ‘gentrificación’ aún no estaba popularizado. Cuando nos informamos sobre este concepto y supimos cómo funcionan ciertos ayuntamientos para dejar morir las ciudades, nos dimos cuenta de que Barcelona es una ciudad paradigmática de gentrificación. A mí, las óperas siempre me permiten valorar y reflexionar la realidad, a tener sentido crítico, sea una ópera cómica como Je suis narcisiste o un drama como Alexina B.

En esa misma línea, durante los meses de estricto confinamiento, L’Auditori te propuso un encargo, y apareció Suite of Myself; una obra que parte de diferentes fragmentos de música de Bach, acompañando un texto luminoso y solemne como el ‘Song of Myself’ de Walt Whitman. ¿Cómo fue este trabajo?
Como L’Auditori quería una obra inspirada en Bach, y a mí, me gusta experimentar, acepté el encargo. Los intérpretes del coro eran amateurs y creí que, este texto, les ayudaría a memorizar las líneas melódicas de cada voz. Así, empecé a trabajar con el texto de Whitman. Seleccioné aquellos poemas o versos que más me emocionaron; pero, también, elegí aquellos fragmentos que intuía que podían ser más emotivos en una situación tan peculiar de emergencia sanitaria como la que sufríamos, pretendiendo crear una obra acorde con el tiempo que nos tocó vivir. Y, en ese sentido, pensé que los poemas de Whitman eran un acierto, por ese aliento magnánimo y espiritual que desprenden, por esa trascendencia que rezuman, más allá de que no sean textos estrictamente religiosos. Además, casaban perfectamente con la música de Bach.

El 7 de octubre presentará una nueva pieza, Sightings, encargada por el festival Mixtur, la Fundación Ramon Llull y Hémisphère Son, interpretada por el joven conjunto alemán Via Nova en Barcelona, con Pere Ginard, cineasta e ilustrador. Díganme, ambos, ¿cómo empezó esta colaboración? ¿Pere?
Pere Ginard: Nos conocimos en el Auditori, en 2016, en torno a un proyecto llamado Històries Elèctriques. Nos conocimos en un proyecto del Auditori, en 2016, de título Històries Elèctriques. Contactaron con nosotros por diferentes canales y distintos propósitos: a mí para proponerme unas animaciones en vivo durante el espectáculo, y a Raquel para componer los temas. Y ahí empezó esta obra. Nosotros no trabajamos en proyectos conjuntos; pero, en esta ocasión, se dio la circunstancia de que me dieron una beca del ayuntamiento para un corto de animación experimental sobre el mundo submarino, un imaginario que me seduce.Estaba dándole vueltas y, de repente, apareció la propuesta de realizar una pieza para el Mixtur en 2022. Y entonces, decidimos crear algo que encajara.
Raquel: Mixtur me encargó una pieza con vídeo. Me lo pensé y me puse en contacto con Pere, con quien ya había trabajado "en diferido", ya que él había puesto imágenes a una obra mía. Pero para Sightings (estrenada en el Kunstfest de Weimar el 5 de septiembre, nota del editor), como la obra tiene formato de concierto, empezamos a trabajar de otra manera, buscando un diálogo entre ambas disciplinas   

¿Y cómo ha sido este trabajo conjunto?
Pere: Yo empecé a montar imágenes, preparando un posible guion sobre el imaginario del mítico mundo submarino, que ya te dije que me seduce y apasiona.

¿Sirenas, calamares gigantes...?
Pere: Sí, sí, monstruos, tritones y un largo etcétera. Al final, para darle una estructura a todo ello, inventamos una trama narrativa..
Raquel: Exacto. Yo nunca había colaborado con cineastas o artistas de vídeo, no tenía costumbre. Para mí, lo interesante en este proyecto junto a Pere ha sido ir repensando el proceso que construíamos. Yo soy muy perfeccionista y hasta que algo no me convence, no sigo adelante. En cambio, en esta obra, ha sido al revés, porque Pere me iba presentando imágenes todavía no definitivas para ir repensando el trabajo que hacíamos, como un proceso abierto, de ida y vuelta..
Pere : Nos fuimos retroalimentando.

Interesante.
Raquel:  Sí. Hablamos de una obra con música en vivo, aunque hay una base electrónica pregrabada. En cine normalmente se trabaja al revés, primero centras las imágenes y luego, la banda sonora. En cambio, en esta creación, todo tenía que estar cuantizado dentro de un compás de un tempo; por eso, todo sucede en cada segundo exacto, sincronizado. Si Pere hubiera ido metiendo imágenes primero, y luego yo hubiera compuesto la música para que se enlazara con ella, quizá los instrumentistas no hubieran podido seguir de manera intuitiva el ritmo que Pere hubiera propuesto. Por tanto, lo más fácil era que yo, primero, ofreciera un discurso sonoro con acentos, y luego, que Pere pudiera trabajar a partir de esos acentos, sincronizándolo para facilitar también el trabajo a los intérpretes.      

¿Y cómo os gustaría que el público acogiera la obra?
Raquel: Aunque es cierto que la estética de esta creación es oscura, al mismo tiempo, es ligera y fresca. De hecho, puedes verla como un divertimiento, una historia un poco extraña que provoca diversión, sana curiosidad y noble perplejidad.
Pere:  Sí, estoy de acuerdo. Desde el minuto tres, puedes saber que estás viendo una historia de exploradores. Ahora bien, el significado de esa búsqueda, aquello que signifique, ya queda más abierto.

Entrevista realizada por Txema Seglers 



El 7 de octubre de 2022 en el festival Mixtur, en la Fabra i Coats: -encuentro a las 15h con Raquel García Tomás y Pere Ginard en la Fabra i Coats -Avistamientos de Raquel García Tomás y Pere Ginard con el conjunto Via Nova a las 20 h



Foto Raquel Garcia Tomas © May Zircus Foto Irène Gayraud © Mihai Tranca Foto Marta Pazos © Vanessa Rabade

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