Con VĪS, David August ha producido un ambicioso álbum que desafía las categorías, en el que el compositor de treinta y tres años explora temas cercanos a la cosmogonía, en forma de una hábil mezcla de beats electronicos, instrumentos clásicos, timbres acústicos y manipulaciones digitales.

La música electrónica, ya esté destinada a la pista de baile o a las esferas de la experimentación sonora, depende a menudo de códigos y motivos que rigen la estética de los géneros y subgéneros que la componen, ya tengan estas reglas su origen en innovaciones tecnológicas o estilísticas. En los últimos años, nuevos y jóvenes artistas, afiliados al electro pero procedentes de una corriente post-género -una corriente que, de hecho, no es un género-, parecen demostrar una búsqueda de un lenguaje musical propio, Ya se trate del estilo singular -y a veces desconcertante- de Nicolas Jaar, de las exploraciones rítmicas de Zoë Mc Pherson, de los timbres más frágiles de Grand River o de los híbridos instrumentales más complejos del cuarto álbum del germano-italiano David August.

VĪS (que en latín significa "fuerza" o "energía") extrae su dinámica del lenguaje moderno del electronico, sin caer nunca en él. A lo largo de sus trece temas, August demuestra una maestría melódica que sin duda debe mucho a su formación como pianista clásico, mezclando los timbres de cuerdas occidentales y orientales, percusión acústica y electrónica, sonidos cotidianos, metales, coros y collages digitales, como si el joven compositor germano-italiano estuviera al timón de una orquesta de lo imposible.
Aunque este conjunto denso, complejo y único, por desgracia a veces excesivamente enfático, impresiona por su ambición y virtuosismo, David August ha tardado unos quince años en lograr tal equilibrio y éxito.

Criado con música clásica desde los cinco años, el joven David (n. 1990) tuvo su primera revelación de adolescente con los estudios y fugas del Clave bien temperado de Bach, antes de descubrir la escena de la música electrónica en Hamburgo, donde creció, a los dieciséis años: " Para mí, tocar música clásica era una experiencia implosiva. Me faltaba la dimensión explosiva, física y liberadora de la música de baile, que me fascinó inmediatamente ".

Entre 2009 y 2014, David August se embarcó en una aventura electronica como DJ y productor, publicando varios EP y un primer álbum con tintes pop, Times (2013), que, aunque inmaduro, ya demostraba su facilidad melódica y su talento como multiinstrumentista. El reconocimiento llegó un año después, con un concierto en directo más elegantemente contenido, grabado en Berlín bajo la mirada de la cámara de Boiler Room, que ha acumulado más de doce millones de visitas a lo largo de estos años.

2014 fue precisamente el momento en que su carrera dio un giro radical, tras el encuentro con personalidades a las que describe como mentores, que le animaron a explorar el mundo de las culturas y filosofías asiáticas, y a alejarse de su herencia occidental. Comenzó a practicar la meditación, embarcándose en lo que él describe como un periodo de "desintoxicación y transición ", un proceso liberador que le permitió expresar "su verdadera naturaleza " a través de una música finalmente libre de los mandatos de su ego. Singles y remezclas como 'Epikur' y 'Set Me On' (2014), 'J.B.Y' y 'Ouvert' (2016) ya dan fe de esta nueva dirección antes de que fundara 99CHANTS, su propio sello, y publicara dos grandes álbumes en 2018, DCXXXIX A.C. y D'Angelo.

La primera es una larga pieza de inspiración ambiental dividida en veinticuatro secciones, que combina piano, grabaciones de campo, materiales sonoros de cuerda y metal, cuyas texturas resbaladizas parecen escapar siempre a las certezas de nuestras percepciones. La segunda, en cambio, avanza hacia un tipo de pop igual de singular, con formas espectrales que parecen surgir del limbo, como ninguna otra.

Si estos dos álbumes dan fe de un despertar espiritual y poético, VĪS es quizás más ambicioso. De forma abstracta, evoca los orígenes y el destino de la humanidad, nuestra relación con el mundo y con los seres vivos, sin que este discurso, que podría parecer fácilmente demiúrgico o pretencioso, imponga su prisma y su interpretación a las formas libres y mestizas del álbum.

El compositor plasma esta inspiración cosmogónica a través de una forma heterogénea, una multiplicidad de timbres e instrumentos, ensamblados pacientemente con la ayuda de un ordenador. " Las diferentes piezas de este álbum existen en algún lugar entre un mundo acústico tangible y otro más abstracto, electrónico ", en el que la naturaleza y el origen de los sonidos parecen más indecisos. "Es un poco como si estuviera a medio camino entre un paisaje pasado y uno futuro, entre dos dinámicas temporales que rigen cada una su propio mundo. Muchos instrumentos son acústicos, pero muchos sufren largos procesos de tratamiento e hibridación. A veces se puede reconocer el timbre de un violonchelo, o de un conjunto de percusión, pero un instrumentista te diría que es imposible tocarlo en el escenario.

August adopta este enfoque con la ayuda de un ordenador y herramientas como Ableton y Max for Live, cuyos parches -secciones personalizadas de código que se añaden al software- pueden utilizarse para ampliar sus capacidades o funciones. Pero cuando habla de sus herramientas, hace aún más hincapié en las técnicas de edición y desvanecimiento que posibilita el ordenador, funciones sencillas cuya potencia y creatividad considera infravaloradas en comparación con el poder de herramientas derivadas de técnicas como la síntesis granular.

Aunque no se pueda tocar en un escenario con un conjunto tradicional, en otoño de 2023 podremos descubrir la música de David August en forma de concierto híbrido, combinando su uso de la electrónica con la percusión de Andrea Belfi, a la que se unirá el trabajo de la coreógrafa Franka Marlene Foth con la ayuda de dos bailarines, y un decorado de luces diseñado por Marcel Weber (alias MFO) de Berlín. 

Jean-Yves Leloup

A descubrir en directo en el Trianon
e n París, el 22 de octubre, así como en Berlín, en la Volksbühne, el 18/10, en Ámsterdam, en el Muziekgebouw, el 19/1, y en Londres, en el Barbican Centre, el 2/12.

¡El álbum VĪS se publica en el sello 99CHANTS/K7!

Foto © Filip Preis