Stockhausen o la huida hacia lo desconocido

Conciertos 10.11.2022

La obra Freitag aus Licht (Viernes de luz ) de Karlheinz Stockhausen, dedicada a "Todos los niños", es un mensaje de esperanza y de amor enviado al cielo. Se interpreta en el escenario de la Ópera de Lille por Le Balcon y su director Maxime Pascal, en una producción dirigida por Silvia Costa.

Después de Donnerstag, Samstag y Dienstag -el último de los cuales se interpretó en la Philharmonie de París en octubre de 2020-, Le Balcon persigue con la misma determinación su proyecto de los siete días completos de Licht con Freitag (1991-1996), en el que Stockhausen dice que quería traducir en música "las tentaciones humanas arquetípicas".

Freitag es el día de la tentación de Eva (soprano) por Ludon (bajo) - alias Lucifer. Frei-Tag (Día libre) es también el día de los niños, de Eva a través de la orquesta de flautas y clarinetes que dirige, y de Ludon (coro de niños) que cantan, formando un alegre tutti en el primer acto. Sin embargo, son ellos los que se enfrentan en la segunda parte (Kinder-Krieg), donde el sintetizador/sampler se hace eco de la violencia de la batalla.
Elu (cuerno bajo) y Lufa (flauta) también están presentes y emanan de los personajes de Freitag aus Licht, y están en el redil de Eva, mientras que los Synthibirds (sintetizadores) están más en el campo de Ludon. El mundo de Eva es blanco e instrumental, lo que contrasta con el de Ludon, que es negro y coral.
La trama es la siguiente: Ludon propone a Eva que se una a su hijo Kaino (barítono) para procrear; Eva duda y luego consiente al final del primer acto. Se encuentra con Kaino una noche a la luz de la luna y se une a él. Pero la guerra estalla entre las dos facciones de niños, dispersando a los hijos de Eva. Eva se arrepiente y reza... "La oscuridad se convierte en luz".

En Licht, cada ópera sigue el mismo ritual, con el saludo antes de comenzar la representación y la despedida al público que se marcha; estos dos momentos en Freitag están dedicados a la electrónica que es un componente definitorio de esta representación intergaláctica.
El efecto del Weltraum, la música del Viernes de la Luz que resuena en el vestíbulo (los primeros 66 minutos de la "cinta" de Freitag) opera incluso antes de que entremos en la sala, preparándonos para entrar en esta guarida sagrada, tan extraña como irracional, imaginada en todos sus aspectos, musicales, escénicos e incluso gestuales, por Stockhausen.
Se escuchan tres capas de sonido: la de la electrónica ya mencionada, proyectada continuamente en el espacio de la sala (por donde a veces pasa la voz del compositor); la de la trama desplegada en diez "escenas reales" y atravesada por el flujo de la electrónica; y la de las doce "escenas sonoras" emitidas en doce canales y que funcionan en alternancia con la anterior.
La idea, siempre basada en la tentación, es presentar diez parejas de seres y objetos cotidianos que combinan lo masculino y lo femenino (un hombre y una mujer, un perro y un gato, un coche de carreras y su conductor, un balón de fútbol y una pierna de futbolista, una boca y un cono de helado, etc.) y constituir una colección de sonidos del mundo que este soñador de lo inaudito puede escuchar.
Stockhausen había previsto utilizar parejas de bailarines-mimos para encarnar estas parejas. Silvia Costa pone los objetos en manos de niños demiurgos. Los vemos, con batas blancas y en el nivel superior del escenario, manejando estas máquinas de sonido y desplegando su energía creativa, la coreografía de los gestos que a veces prevalece sobre la dimensión sonora. En el transcurso de las escenas, los papeles se intercambian y las parejas se hibridan, mostrando la efervescencia de este mundo ruidoso, lleno de color y fantasía, que contrasta con el ceremonial del mundo de abajo.

El marco del libreto elaborado por Stockhausen es una yuxtaposición de palabras sin narración - "día noche nacimiento / noche santa - llama de vela / no hay tiempo / el cometa indica la tentación del viernes", etc.- que transmiten mensajes y son cantados por los personajes y el coro de niños como acción de gracias. - Licht es como una ceremonia, pero no es la única.
" Licht es como una ceremonia marcada por la repetición, el encantamiento, la salmodia", señala Maxime Pascal que, como director de orquesta, ¡siempre permanecerá invisible! "Es un bloque, una fórmula a dos voces, cada una de las cuales es un espejo de la otra", continúa, evocando las melodías de la "superfórmula" stockhausiana que estructura todo el proyecto Licht y da a cada ópera su contexto armónico-melódico y su forma general.

La vocalidad en Freitag aus Licht está intrínsecamente ligada a la escritura instrumental y desvinculada de cualquier tradición occidental. La voz alta de los niños (la magnífica Maîtrise de Notre-Dame) en el coro central del primer acto adquiere una dimensión hímnica, ferviente y hechizante; uno piensa en el Gesang der Jünglinge de Stockhausen pero también en elOresteia de Xenakis, cuando los niños agitan sus instrumentos de percusión africanos (una especie de maracas) mientras envían mensajes de amor ("Emilie Fleury Silvia Costa Olivier Mantei ma petite Joséphine ma petite Markovits...") a quienes los acogen en su casa.
El coro está apoyado por el conjunto de flautas y clarinetes (los alumnos del CRR de Lille, magníficamente preparados), así como las tres voces solistas de la pareja de flautas y cuernos bajos (las ejemplares Charlotte Bletton e Iris Zerdoud) que pueden sustituir a los personajes. En un registro que a menudo se estira hacia el agudo, la luminosa voz de la soprano francesa Jenny Daviet asume con garbo todas las figuras que el compositor dibuja para ella, inscribiendo a veces su canto en el flujo electrónico. El bajo cubano Antoine HL Kessel se limita al registro grave de su voz ricamente timbrada, líder del coro en el que canta con los chicos.
El soberbio dúo de amor del segundo acto entre Eva/Jenny Daviet y Kaino/HalidouNombre (barítono), donde los dos personajes recomponen la luna en la escenografía original de Silvia Costa, podría quedar grabado en los anales del canto stockhauseniano. La escritura vocal mira más hacia el mundo asiático (deslizamientos, ondulaciones, líneas y tiempos estirados, etc.) y la emisión instrumental (balanceo/rodamiento del barítono) cuando la flauta y el corno bajo apoyan las voces y dialogan con ellas. Los dos amantes se juntan y mezclan su tesitura, el acoplamiento musical más sensual y original jamás escuchado.
"Arrepentimiento" (escena real 8) es otro punto culminante en el que Eva se arrodilla en el lugar donde se unió con Kaino, cantando y realizando los gestos delInori (una obra de oración y adoración en el catálogo del compositor) que mira hacia el rito cristiano tanto como hacia el yoga o las posturas de Buda.

El material es rico, el contenido está lleno de símbolos y la imaginación es ilimitada en este mundo-obra que abarca unas tres horas de representación y que Silvia Costa y el equipo de diseño de vestuario (Bianca Deigner) e iluminación (Bernd Purkrabek) consiguen representar en su belleza plástica, su abundancia y su coherencia, todo a la vez. Escapando de la vista del público, pero en contacto con los intérpretes a través de las pantallas, el director de orquesta Maxime Pascal y las fuerzas de Le Balcon - Augustin Muller y Étienne Démoulin en el sonido, Florent Derex en la proyección - trabajan en la sombra para hacer surgir la magia de este espectáculo total trascendido por la imaginación poética de Stockhausen.

Michèle Tosi

Ópera de Lille, 7-11-2022
Karlheinz Stockhausen (1928-2007): Freitag aus Licht, ópera en un saludo, dos actos y una despedida, para tres voces, tres instrumentos solistas, orquesta infantil, coro de niños, coro, sintetizador y electrónica. Música, libreto, acción escénica y gestual de Karlheinz Stockhausen; dirección escénica, Silvia Costa; diseño de iluminación, Bernd Purkrabek; vestuario, Bianca Deigner; proyección de sonido, Florent Derex; electrónica, Augustin Muller y Étienne Démoulin. Jenny Daviet, soprano, Eva; Antoin HL Kessel, bajo, Ludon; Iris Zerdoud, corno di bassetto, Elu; Charlotte Bletton, flauta, Lufa; Halidou Nombre, barítono, Kaino; Sarah Kim y Haga Ratovo, synthibird. Coro mixto (doce cantantes) Le Balcon; Maîtrise Notre-Dame de Paris (coro de niños), les enfants de Ludon; Élève du Conservatoire à Rayonnement Régional de Lille (orquesta de niños), les enfants d'Eva. Bailarines: Rosabel Huguet Dueñas, El brazo; Susanne Meyer, La boca, Jean-Baptiste Plumeau, La pierna; Niños actores: Edgar Cemin, Arsène Jouet, Alexis Mazars, Stéphane Poulet, Marin Rayon, Colette Verdier dirigidos por Johanne Carillon. Directora del coro Émilie Fleury; director musical Maxime Pascal.

Fotos © Simon Gosselin

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