Moondog Revival

Enfoques 01.07.2021

Moondog (1916-1999) es una figura fascinante en la historia de la música, decididamente fuera de lo común, tanto en sus composiciones como en su atípica personalidad. Este compositor, que se empapó de la música del pasado, alimentando su pasión por Johann Sebastian Bach y por la polifonía, mezcló estas influencias con la música amerindia y el jazz, inaugurando antes que nadie la tendencia que hoy llamamos "música minimalista".

Hijo de un pastor episcopaliano, Louis Thomas Hardin Jr. conoció a muchos indios en la reserva Apaho, donde su padre predicaba, y se familiarizó con su música, sobre todo con su particular uso del tambor y el canto. También escuchaba los ragtimes y las marchas militares de la discoteca de su padre y fue introducido en el teclado por su madre, profesora de órgano. La familia se mudaba mucho, dependiendo de los destinos del padre. A los dieciséis años, un accidente con un cartucho de dinamita abandonado en una vía férrea privó a Louis Hardin de la vista, y también de su fe. Tras un periodo de desesperación, se sumergió en la música y recibió una amplia instrucción en una escuela para ciegos: violín, viola, piano, órgano, canto coral, armonía. Decidió convertirse en el mayor compositor vivo.

Moondog se trasladó a Nueva York en 1943, con muy poco dinero en el bolsillo, eligiendo una vida deliberadamente modesta, incluso espartana. Fue allí donde adoptó su nombre de artista, en 1947, como homenaje a los aullidos a la luna de su perro de la infancia, Lindy. Allí asistió con asiduidad a los ensayos y conciertos de la Orquesta Filarmónica del Carnegie Hall, dirigida por Artur Rodziński, con el que entabló amistad, así como con Leonard Bernstein, su asistente, y los músicos de la orquesta, que tocarían regularmente sus obras. También conoció a los vanguardistas del jazz, Dizzy Gillespie, Charles Mingus y Charlie Parker, con quienes grabaría un disco. Tras su muerte en 1955, compuso el famosísimo "Lamento de pájaro" como homenaje a éste, que se convirtió en su pieza más famosa, escrita en 1957 y editada en Columbia en 1969, y luego retomada y remezclada en exceso.

Mientras tanto, como precursor de los beatniks, Moondog volvió a la carretera entre 1948 y 1949, sobre todo para conocer a los indios navajos. De vuelta a Nueva York, decidió vivir en la calle para acercarse a la vida nómada de los indios de las llanuras. Esta elección de vida duró 25 años, con algunas estancias en apartamentos donde se le dio cobijo. Poco a poco fue adoptando un curioso atuendo vikingo, con un casco con cuernos y una lanza, imaginando que tenía raíces nórdicas y, sobre todo, cansado de que le señalaran una y otra vez su figura de Cristo. En este contexto escribe sus poemas y sus numerosas obras, basadas en un ritmo constante de percusión, a menudo apoyándose en ritmos de 5 o 7 tiempos y cultivando un refinado arte del canon.

Durante casi tres décadas, Moondog se convirtió en un icono de Nueva York. El "Vikingo de la Sexta Avenida" fue frecuentado por luminarias como John Cage, Benny Goodman, William Burroughs, Allen Ginsberg, Lenny Bruce, Bob Dylan, Ravi Shankar y muchos otros. En 1968, Philip Glass le acogió durante un tiempo, llegando a grabar con él y con Steve Reich. Moondog fabricaba sus propios instrumentos, como la trimba, y su creciente fama le llevó a grabar dos álbumes para Columbia en 1969 y 1971.

Moondog está cansado de la vida en Nueva York y de la calle. En 1971 se fue de gira por Estados Unidos. Sueña con Europa y aprovecha un viaje a Frankfurt de su amigo, el organista Paul Jordan, para instalarse definitivamente en Alemania. Retomó una vida de vagabundo, sin conocer el idioma, pero contó con el apoyo de la joven estudiante de geología Ilona Goebel, que le acogió y le ayudó a relanzar su nueva carrera. Grabó tres excelentes discos con Kopf: En Europa, 1977, Canciones H'art, 1978, El nuevo sonido de un viejo instrumento, 1979).

Siguieron encuentros y viajes, como los realizados con el compositor y director de orquesta Jean-Jacques Lemêtre en Francia en 1976, y con el percusionista sueco Stefan Lakatos en 1980. Moondog abandonó su casco con cuernos tras enterarse en una exposición en Suecia de que se trataba de una recreación histórica fantasiosa. En 1983, se fue a Salzburgo, Austria, la ciudad de Mozart, donde compuso tres sinfonías a un ritmo frenético. Tras actuar en los TransMusicales de Rennes en 1988, Moondog regresó a Nueva York al año siguiente, invitado por Philip Glass, para dar un concierto triunfal con la Orquesta de Cámara de la Filarmónica de Brooklyn. Es solicitado por artistas pop europeos: Stephan Eicher en 1989, Andi Tomas del dúo alemán Mouse on Mars en 1991 para el álbum Elpmas, y luego Elvis Costello, que le invitó en 1995 para el Festival Meltdown, del que era programador. Durante esta década, Moondog viajó cuatro veces a Inglaterra, donde grabó Sax Pax for a Sax en 1993 con la London Saxophonic (publicado en 1994).

Cada vez más enfermo de diabetes, Moondog optó por actuar sólo con el pianista Dominique Ponty, al que había conocido en 1995. Con ella dio su último concierto en Arles, el1 de agosto de 1999, al final del festival MIMI. Murió el 8 de septiembre en una habitación del hospital de Münster.

Stefan Lakatos y Dominique Ponty, dos músicos fieles, tocando a dúo en las mismas condiciones que los últimos conciertos de Moondog.

Moondog nunca ha sido tan popular como ahora. Su redescubrimiento en Francia se hizo en particular gracias al trabajo realizado por Amaury Cornut, autor de un libro sobre el compositor publicado en 2014 por Le mot et le reste. También conocemos a dos jóvenes músicos apasionados que dan vida a la música de Moondog a través de diversos proyectos escénicos y discográficos: Stéphane Garin (conjunto 0) y François Mardirossian. Nos centramos especialmente en el proyecto Elpmasque asume el reto de hacer que los instrumentistas toquen en el escenario un disco enteramente concebido para el ordenador, reeditando este bellísimo objeto en forma de libro-disco suntuosamente ilustrado.

Guillaume Kosmicki

Dibujo de Nicolas Moog, del álbum"Underground" deArnaud Le Gouëfflec y Nicolas Moog.

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