Feliz cumpleaños, señor Manoury

Conciertos 14.12.2022

Noche de aniversario en la Cité de la musique para Philippe Manoury, a quien el Ensemble Intercontemporain dirigido por François-Xavier Roth ofrece un concierto retrato con dos estrenos mundiales.

El primero es un encargo para un conjunto de 29 músicos de los mecenas Françoise y Jean-Philippe Billarant y elEnsemble Intercontemporain. Grammaires du sonore es ante todo un concierto para solistas dirigido a los miembros del EIC, a los que Manoury se siente cercano y admira. Es una oportunidad para él de realzar, si cabe, el virtuosismo y el color de cada instrumento, e incluso de integrar otros nuevos, como el saxofón, la trompeta de doble campana o el oboe barítono, con los que el compositor tuvo que familiarizarse. Aparte de las cuerdas, que seguirán siendo las más sabias, cada intérprete hace sonar varios instrumentos de la misma familia, del flautín a la flauta baja, del clarinete Mib al clarinete contrabajo, de la trompa a la tuba Wagner, etc. La disposición de los instrumentos en el escenario, en "familias recompuestas", tiene una importancia decisiva para el desarrollo de combinaciones originales de timbres. A un tercio de la obra, seis instrumentistas de viento (tubas wagnerianas, trompetas, trombones) abandonan el escenario para desfilar escaleras arriba, con esa dimensión teatral stockhauseniana que invita a los trombones en particular a realizar ciertos gestos en el espacio. El duelo sonoro que se produce, similar a los riffs de jazz, es hermoso. La escritura instrumental también revela un pensamiento electrónico a través del tratamiento de una percusión resonante que prolonga y reverbera las figuras instrumentales. La delicada participación de los tambores de acero(Adélaïde Ferrière) aporta una hibridación en directo de las sonoridades del conjunto, como podría hacerlo la herramienta tecnológica. La escritura es densa, llena de destellos, multiplicando las trayectorias sonoras y estimulando el movimiento de las figuras en el espacio y la tensión vibratoria del tutti.

El gesto cincelado de François-Xavier Roth es maravilloso, preserva la transparencia y la fluidez del movimiento al tiempo que garantiza la organicidad de los componentes, esta sintaxis subyacente -la gramática del sonido- que ordena y organiza sin restringir la energía primaria.

Como sugiere el título, los Vier Lieder aus 'Kein Licht', para mezzosoprano y conjunto, están extraídos de la última ópera de Manoury, Kein Licht, y se interpretan esta noche en estreno mundial con la cantante ucraniana Christina Daletska, que estuvo presente en el estreno de la ópera en 2017.

Manoury habla de cuatro Lamenti, los tres primeros con textos de Elfriede Jelinek. Los fuertes golpes del piano en el registro grave (conseguidos bloqueando la resonancia de la cuerda) ambientan el oscuro color de estas piezas vocales: Das Land bebt aber nicht vor Angst (La tierra tiembla pero no de miedo) canta Christina Daletska, cuya voz larga y radiante se eleva por encima de la afinada orquestación. Der Wind recupera los arrebatos verbales de Jelinek en un aria en la que el movimiento global parece importar más que el detalle de las palabras. En Der alte König und das Meer (El viejo rey y el mar), el poder evocador del bombo, combinado aquí con la flauta contralto, es un guiño a Pierre Boulez y su Martillo sin Maestro. Ô Mensch (de Ainsi parlait Zarathoustra, de Nietzsche) recupera los impactos oscuros del piano y una lenta depresión de la escritura vocal e instrumental, en una de las páginas más impactantes de la partitura. 

Fragments pour un portrait es una pieza mucho más antigua (1998) pero, al igual que Grammaires du sonore, fue escrita para los treinta solistas del EIC con la misma exuberante orquestación. El título hace referencia a las pinturas/estudios de Francis Bacon, que realizó varias variaciones del Retrato de Inocencio X de Velásquez. Fragments pour un portrait se divide en siete secuencias y otras tantas perspectivas sonoras(Incantations, Choral, Vagues paradoxales, Nuit (avec turbulence), Ombres, Bagatelle, Totem) que deben escucharse en su conjunto, gracias a esta "gramática musical generativa" que le permite modelar desde dentro la unidad formal de la pieza. Manoury ha dividido el conjunto de músicos en tres grupos colocados en triángulo sobre el escenario. Si los dos oboes que se responden al principio de la obra, animados por una percusión muy activa (celesta y yunques) invocan lejanamente a Varèse, el movimiento lento, Nuit (con turbulencia) , centro neurálgico de la pieza, mira más precisamente hacia Charles Ives y su célebre Central Park in the Dark, jugando sobre dos estratos espacio-temporales. La "música lejana" es la de las cuatro cuerdas solistas que tejen su tela continua e inmutable sobre la que se imprimen acontecimientos sonoros heterogéneos y discontinuos, "como hordas de pájaros volando en la noche", como señala el compositor: el repiqueteo de la percusión, los riffs de los metales, el contoneo de las maderas, el crepitar de las tumbas, el gruñido laríngeo del clarinete contrabajo (inimitable Alain Billard). El final de Nuit (con turbulencias ) se aplaza, y sólo llega en el séptimo movimiento, Totem, donde Manoury se suspende escuchando la resonancia de tres platillos giratorios. La imaginación sin límites del sonido y la potencia formal se dan cita en esta otra obra maestra de Manoury, que no ha envejecido ni un ápice, y que ha sido restaurada esta noche por sus dedicatarios con un entusiasmo y una generosidad prodigiosos.

Michèle Tosi

Philharmonie-Cité de la Musique, París
Sala de conciertos el 9-12-2022
Philippe Manoury (nacido en 1952): Grammaires du sonore para 29 instrumentos (CM); Vier Lieder aus "Kein Licht" (CM); Fragments pour un portrait, para 30 instrumentos. Christina Daletska, mezzosoprano; Ensemble Intercontemporain; director François-Xavier Roth.

Fotos © Anne-Elise Grosbois
Fotos © Quentin Chevrier

Relacionado

comprar cuentas twitter
betoffice