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Las dos obras de Bryn Harrison interpretadas en este disco se articulan como un verdadero ensayo musical sobre la memoria y la percepción. Este compositor inglés, nacido en 1969, ha recurrido a las fuentes de la filosofía y la psicología, así como a sus compañeros, para dar forma pacientemente a la inspiración teórica y estética que hay detrás de su obsesiva escritura repetitiva. El oyente que se sumerge en ella debe aceptar de antemano experimentar las fronteras de su percepción y rozar la materialización sonora de la cuestión de la diferencia y la similitud. No sale indemne.
André Boucourechliev dio esta definición clara, brillante y clínica de la música: "[...] un sistema de diferencias que estructura el tiempo bajo la categoría de sonido"(Le Langage musical, 1993). Repetitions in extended times (2008) y How Things Come Together (2019) nos ofrecen una deslumbrante demostración de ello. Sin embargo, la estructuración de estas dos obras, interpretadas respectivamente por los conjuntos que las crearon, Plus-Minus dirigido por Mark Knoop y el Ensemble Contrechampsbajo la batuta de Vimbayi Kaziboni, cuestiona el funcionamiento de nuestra memoria y transforma nuestra percepción habitual del tiempo, convertido aquí en perpetuamente cíclico, sin principio ni fin. Aunque las líneas, las armonías, las combinaciones y los colores suelen ser estrictamente idénticos en la partitura, nunca escuchamos lo mismo. La imagen inspiradora es la de un río fluyendo o la del flujo continuo de una cascada. Harrison se refiere a la afirmación de Heráclito de que "uno nunca se baña dos veces en el mismo río". Así, mientras Plus-Minus repite la misma fórmula a lo largo de cuarenta minutos en cinco secciones de ralentización continua, nuestros oídos reciben constantemente nuevas sensaciones, y nos sentimos como si hubiéramos "recorrido un camino muy largo sin haber viajado muy lejos", con los mismos elementos: un continuo circular construido en torno a las nubes armónicas de un piano y dos teclados electrónicos; la inestabilidad rítmica de un clarinete bajo y una guitarra eléctrica; y los glissandos y trinos desiguales de las cuerdas. Esta música extrema resulta ser infinitamente rica a pesar de la drástica economía de su material básico.
Bryn Harrison - Time Becoming from Neu Records on Vimeo.
How Things comesTogether parece aún más variado, pero los elementos que lo componen son de nuevo extremadamente pequeños. Bryn Harrison juega con los momentos de suspensión o de desintegración, con los puntos destacados de ciertas familias y asociaciones de timbres de los veintitrés instrumentos, y con las nuevas perspectivas de los materiales. La repetición es omnipresente, pero se enfrenta a ciertos sonidos que a veces se congelan momentáneamente en el tiempo. Como explica el compositor en el riquísimo folleto que acompaña al CD, la base de su enfoque artístico procede de una experiencia seminal: la composición de Piano Set, seis miniaturas para piano (2005), estrictamente idénticas, pero que dieron al público la impresión de haber escuchado seis piezas diferentes, tanto porque nosotros mismos nos transformamos con la repetición, como porque nuestra memoria sonora nunca es infalible, pero también porque un músico no puede repetir estrictamente lo mismo sin ligeras variaciones. Sumergido en la lectura de la fenomenología, pasando por Hume, Husserl, Bergson, Merleau-Ponty y Deleuze, el compositor no ha dejado de escarbar en esta vena al tiempo que alimentaba su inspiración de las experiencias de escuchar a Feldman, Cage, Messiaen y tantos otros. Sesenta años después de los primeros experimentos americanos, demuestra que el mundo de la música repetitiva sigue siendo un crisol de inventiva y una de las fuentes más importantes de creación musical en la actualidad.
Álbum aquí: Time becoming, Neu Records
Las atmósferas sonoras de Bryn Harrison, perfectamente servidas por una excepcional toma de sonido en 3D, marca del sello barcelonés Neu Records, están efectivamente lejos de las límpidas consonancias de Riley, Reich o Glass. Se basan en agregados sonoros a menudo densos, problemáticos y chirriantes, que amplifican la radicalidad y la fuerza de la experiencia sonora. Por último, destacar que la presentación del disco en la web del sello está muy bien hecha e incluso acompañada de las partituras originales.
Guillaume Kosmicki
Grabado en Zaragoza, España, en 2019 con Plus-Minus Ensemble y Ensemble Contrechamps, producido por Santi Barguño, Neu Records
