Con una docena de piezas interpretadas por Alfonso Gómez, este CD monográfico, publicado por Kairos, presenta casi toda la música para piano del compositor vasco Gabriel Erkoreka.
El propio Gabriel Erkoreka fue pianista al principio de su carrera, tocando con la Orquesta Sinfónica de Bilbao. Las dos piezas que inician esta grabación, Nubes y Nubes II (Nuages en castellano), escritas cuando tenía 25 años, ya dejan entrever las perspectivas sonoras que se avecinan: una obstinada exploración de la resonancia y sus diferentes modos de mantenimiento(Nubes), un toque que se extiende hasta los registros extremos y una energía gestual que privilegia los movimientos cinéticos. El piano es generoso, ricamente timbrado, parte de una temporalidad fluctuante(Nubes II).
Estas son las constantes que atraviesan las Cuatro Baladas (2017-2021) compuestas más de veinte años después del díptico inicial: obras maestras del compositor que rinden homenaje a grandes y queridas figuras. En laBalada N°1 (Pierre Boulez in memoriam), el espacio se abre y la polifonía se vuelve cada vez más densa: un piano del delirio como el previsto por Boulez en sus Sonatas, que exige virtuosismo y vivacidad en las figuras. Una dramaturgia emerge en la 2 (Edgard Varèse in memoriam) incorporando percusión sobre la madera del instrumento: notas polares insistentes y figuras estrelladas. El piano es expansivo y el gesto libre, los trinos siempre presentes y el registro grave muy solicitado. En la Balada nº 3 (Olivier Messiaen in memoriam), se escucha un pájaro superpuesto en un estilo de acordes coloreados y arabescos fluidos, casi lisztianos. En la Ballade n°4 (Gérard Grisey in memoriam), la escritura se apodera de los bajos resonantes antes de pasar a los agudos. La efusión es permanente y las configuraciones espaciales se rediseñan sin cesar: un piano de delirio, sin duda, pero siempre controlado.
Las otras cuatro piezas revelan el lado vasco del compositor a través de los ritmos (Dos Zortzikos) y los colores luminosos de su tierra natal. El registro es claro y la dimensión melódica emerge en Jaia (Faire la fête), una especie de anamorfosis sonora de Navarra, pieza que Albéniz dejó inacabada. La música del catalán se deja oír en Mundaka (localidad de la costa vizcaína), con el ritmo libre de Messiaen impulsando un estilo tan complejo como luminoso. La firma del compositor de "Vingts Regards " (el "gong" en el bajo del piano y las capas de tiempo superpuestas) también es evidente en Dos Zortzikos, aunque la escritura de las piezas gemelas (2 se toca antes que 1) se basa en el ritmo único del folclore vasco. Kaila Kantuz, con su estilo depurado y resonante, es el homenaje personal y poético del compositor y pianista vasco a su tierra natal.
Alfonso Gómez no es ajeno al mundo sonoro y de escritura de Gabriel Erkoreka, que habita plenamente, con el alcance virtuoso y la dimensión casi orquestal de su teclado. El sonido es suntuoso y el compromiso total en estas seis partituras rebosantes de energía, en las que el pianista combina la potencia del gesto y la precisión de la articulación.
Michèle Tosi
Gabriel Erkoreka (nacido en 1969): Nubes, Cúmulos... Nimbos; Nubes II Cirros... Estratos; Cuatro Baladas; Jaia; Dos Zortzikos; Kaila Kantuz; Mundaka. Piano, Alfonso Gómez. CD Kairos