Kaspar es un álbum delicioso, que ofrece al oyente una refrescante y erudita inmersión arqueológica, sin didactismo, en todo lo mejor que la música electrónica ha ofrecido a lo largo de sus ochenta años de historia.

Con un oído sensible, un amor manifiesto por los sonidos de todo tipo, una preocupación por la narrativa, una pasión por el sampling, la síntesis y los loops, y sobre todo un dominio perfecto de los lenguajes electrónicos, Yérri-Gaspar Hummel lleva firmemente el timón y guía nuestros oídos para desdoblar las múltiples y coloridas ondas de estos trece temas, todos ellos muy distintivos.

Sus sonoridades a veces anticuadas nos encantan, como en las "Fases" (1) y los cambios de fase que abren el disco, como si el Steve Reich de las obras seminales se encontrara con los primeros surcos cerrados de Pierre Schaeffer en un museo de antigüedades "concretas", pero sin polvo ni telarañas superfluas; o a través de los bucles de síntesis analógica que giran alegremente en "Toupies" (2); o sumergidos en los hechizantes engranajes que forman la mecánica de "R.aube" (3). Los cordófonos sampleados de "Lueur" parecen inventar un nuevo folclore sobre instrumentos virtuales (4), mientras que "Japash" (6) propone una nueva vocalidad y "FeuXL" una especie de estudio sobre la percusión. Luego está la larga meditación y espiral ascendente de "Feux" (7), que comienza con el chisporroteo del vinilo y se despliega en tramas de sonidos chisporroteantes y siseantes; y después el sorprendente vaivén polirrítmico de "Sofa" (10), con sus tonos casi de trance. Las tres últimas pistas presentan despliegues electroacústicos más largos y estructurados: "Fragment" (11), cuando el material sonoro empieza a vivir por sí mismo y a proliferar; "(F)ragile territories" (12), un viaje etnográfico en tren con sabor a grabación de campo, en la digna estela de Luc Ferrari; y luego "Check point" (13), con su tratamiento informático muy pulido y más contemporáneo: el viaje termina, todo el mundo se baja...

Sabores de musique concrète, música repetitiva, música drone, música industrial, ruido, paisajes sonoros, techno y ambient recorren todo el álbum, que sin embargo lleva la firma evidente de una personalidad musical fina y sincera.

Extractos seleccionados:

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Guillaume Kosmicki