Marina Beheretche
La mezcla musical vasca

Discos 21.03.2021

Cuando una violinista orgullosa de sus raíces vascas decide dar vida a la creación musical hecha en Euskal Herria, el resultado es un proyecto discográfico inédito.

Cuando Marina era niña, en casa no escuchábamos música clásica, sino mucho rock, mucha música tradicional y, casi todos los días, músicas del mundo. Fue ella quien introdujo la música clásica, con los conciertos para violín, en los oídos del clan familiar... Procedente de una familia muy conocida en la escena musical vasca -su padre era el batería Jean-Marc Beheretche, miembro de famosos grupos folclóricos de la región, como Sustraia y Gazteok-, Marina Beheretche comenzó su vida como violinista profesional en la Orquesta de Cámara de Toulouse. 

Euskal kulturaren lekuko: Marina Beheretxe from Euskal kultura - Basque Culture on Vimeo

Ocho años después, en 2015, volvió a sus raíces: fue nombrada concertino de la Orquesta Sinfónica del País Vasco y enseña su instrumento en el Conservatorio Maurice-Ravel de Bayona, el mismo lugar donde aprendió música, antes de perfeccionar su formación en la parte española en la Escuela de Música de San Sebastián. En el Conservatorio de Bayona, los alumnos pueden aprender danzas tradicionales y recibir clases de teatro en euskera. Marina habla en euskera en su clase con sus alumnos euskaldunes. 

Desde que Marina regresó al País Vasco, ha estado ocupada con proyectos: es miembro del colectivo Ezekiel, con el que suele dar muchos conciertos. La violinista, de 35 años, viaja también por su región y toca en las plazas de los pueblos vascos con su compañero, el acordeonista Philippe de Escurra, también vasco hasta la médula. En sus pequeños conciertos al aire libre, los dos amigos dan protagonismo a piezas de compositores vascos como Jesús Guridi Bidaola, y a la música festiva y bailable que tanto gusta a los vascos. Marina no duda, a la hora de confeccionar un programa de concierto, en mezclar estilos: la música clásica se codea con la ineludible música tradicional, herencia más conocida por los oídos vascos. En 2016, el violinista grabó un sorprendente primer disco con el Cuarteto Arranoa: "4 Sasuak" donde las famosas Cuatro Estaciones de Vivaldi son revisitadas en estilo vasco con la txirula (flauta pequeña) de Mixel Etxekopar y mezcladas con la música del compositor estadounidense Marc Mellits. Un OVNI musical...

En 2020, privada de conciertos y de compartir lo que tanto le gusta a causa de la pandemia, la violinista tuvo la idea de un nuevo disco que canta alto y claro sobre la mezcla de la música y reúne a varios artistas del País Vasco francófono en torno a la creación musical vasca. Violines, viola, violonchelo, contrabajo, piano y cantantes tradicionales interpretan nuevas piezas compuestas por cinco artistas: Nathalie Biarnès, Peio Cabalette, Joël Merah, Frédéric Gaillardet y Mixel Etxekopar. El proyecto se llama "Aztarnak", que significa "huellas" en euskera, y para financiar la grabación, Marina lanzó a principios de 2021 una campaña de captación de fondos en la plataforma de financiación participativa Kisskisbank. 

El proyecto ha seducido a los internautas ya que se han recaudado más de 15.000 euros de los 10.000 previstos. El artista vasco Arantxa Lannes creará el folleto y las ilustraciones para la portada del disco. La grabación tendrá lugar a finales de octubre y el disco y su libreto artístico saldrán a la venta a principios de diciembre de 2021.  

Suzanne Gervais

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