Durante este periodo en el que la pandemia del Covid 19 ha puesto patas arriba nuestras vidas, nuestras familias y nuestras profesiones y ha limitado nuestras libertades individuales por el bien de todos, los artistas, cuyos recursos y condiciones de trabajo se han visto duramente afectados por esta crisis, han compartido conciertos, espectáculos y películas, a menudo sin compensación.
En todo el mundo han seguido creando. Durante este difícil periodo, además de problemas de salud, han tenido que soportar opresión, deshonra, detenciones, encarcelamientos, juicios injustos y, en el mejor de los casos, ostracismo.
Esta tendencia a la violencia y la coacción por parte de los regímenes autoritarios, que amordazan cada vez más a los artistas, se ha acentuado en los últimos años, al tiempo que las posibilidades de informarse y compartir conocimientos y bienes culturales se han visto reforzadas por las redes sociales y las herramientas digitales. Una tendencia que también se deja sentir en nuestras democracias liberales.

Están por todas partes, cerca y lejos, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, desconocidos y famosos. Tocan música, cantan, suben al escenario, bailan, hacen películas, dibujan, escriben libros en condiciones en las que cada palabra, cada sonido, cada imagen es arrancada de las sombras y la angustia.

Hémisphère son es un espacio acogedor e independiente donde se celebra la libertad artística y se fomenta la diversidad de todas las expresiones culturales.

Quisiera recordarles hoy que "la libertad artística es la libertad de imaginar, crear y difundir diversas expresiones culturales sin censura gubernamental, injerencia política o presión de agentes no estatales.

Incluye el derecho de todo ciudadano a tener acceso a estas obras y es esencial para el bienestar de las sociedades", según la Convención de la UNESCO de 2005. Me gustaría recordar que la defensa de esta libertad de expresión artística no puede disociarse de la defensa de la libertad de los propios pueblos. Y aunque Hémisphère son no es un foro político, me gustaría aprovechar nuestra oportunidad de disfrutar de esta libertad de expresión, aquí y ahora, para hacer visibles su angustia y su resistencia.

En particular, me gustaría mencionar el destino de Maria Kalesnikava, una de los 82 artistas encarcelados este año.

Maria Kalesnikava es una música bielorrusa y miembro de la oposición al presidente Alexander Lukashenko que se formó durante las manifestaciones de 2020. Maria Kalesnikava fue secuestrada el 7 de septiembre de 2020 y obligada a exiliarse. La llevaron por la fuerza a la frontera ucraniana, donde la detuvieron tras romper su pasaporte. Como muchos otros, optó por permanecer en su país.
El 6 de septiembre fue juzgada a puerta cerrada y condenada a 11 años de prisión por "conspirar para tomar el poder" y "convocar acciones que atentan contra la seguridad nacional".

Flautista formada en la Academia Estatal de Música de Bielorrusia, Maria Kalesnikava obtuvo dos másteres en Stuttgart en 2012 y desde entonces divide su carrera entre su país y Alemania. En 2017 cofundó Artemp, un colectivo artístico, y en 2019 se convirtió en directora artística del club cultural OK16 de Minsk.

Para respaldar su acción y su valentía, ha sido galardonado con varios premios: el premio "Discurso intrépido" en Alemania (Renania-Palatinado - 2020), el Premio Sájarov concedido por el Parlamento Europeo (2020), y el Premio Vaclav Havel de Derechos Humanos 2021.
En su libro "El poder de los impotentes", Vaclav Havel, gran luchador de la resistencia y posteriormente Presidente de la República Checa, hizo una excelente descripción del insospechado poder de la sociedad civil para construir pequeñas sociedades alternativas -grupos musicales, asociaciones deportivas, clubes literarios- frente al autoritarismo y la censura. 

Cada día surgen iniciativas en apoyo de María: se publican mensajes o postales en su página #Freemariakalesnikava, se organizan conciertos en plataformas digitales y se escriben y producen obras de arte.

Y ya que somos una plataforma musical, me gustaría mencionar dos entre muchos:"Dream House" de Mixed Sound Personnel(Viktoriia Vitrenko, voz, música & Lucas Gerin, e-drums, música) feat. Pauline Drand (letra, música, voz & texto) & Vj Yarkus (videoarte), en la que sus amigos integraron la última pieza de Maria Kalesnikava a la flauta, grabada en Stuttgart, y procesaron electrónicamente la voz de sus últimos discursos.

Y "à l'air libre ", una obra para flauta escrita por Frédéric Durieux, compositor francés, para reclamar la liberación de Maria Kalesnikava. Compuesta por varios episodios que se irán sumando a lo largo del tiempo tanto como sea necesario, se publicará con la ayuda del Ensemble Linea y La Poulie Production, y será interpretada y grabada sobre la marcha por la flautista Keiko Murakami.

Esperamos que este trabajo sea lo más breve posible.Comenzado el 28 de noviembre de 2021, he aquí el episodio 3 del 6 de febrero de 2022:

Hoy les he hablado de Maria Kalesnikava, pero podría mencionar tantos otros nombres de artistas como ella, perseguidos, exiliados o encarcelados, como Ayesha Khan, cantante afgana, el artista gráfico palestino Hafez Omar, la cantante kurda Nüdem Durak o Maykel Osorbo, rapero en Cuba, Ashraf Fayad, poeta residente en Arabia Saudí, Shahriar Siroos, pintor iraní, o el rapero español Valtònyc, exiliado en Bruselas.

Y como a veces las cifras ilustran mejor lo que las palabras intentan decir, les animo a visitar la página web de Freemuse (organización no gubernamental internacional independiente que defiende la libertad de expresión artística y la diversidad cultural en la UNESCO), cuyo informe de 2020 es alarmante: un año en el que 17 artistas fueron asesinados, 82 personas fueron encarceladas en 20 países, 133 están detenidas en 23 países y 107 son perseguidas en 27 países.

Freemuse registró 978 actos de violación de la libertad artística en 89 países y en Internet: 24% de artes visuales, 24% de música, 23% de cine, 12% de literatura, 9% de teatro y 6% de otras formas de arte. De ellos, el 26% se produjeron en Europa, el 22% en América del Norte y del Sur, el 19% en Oriente Próximo y Norte de África, el 15% en Asia y el Pacífico, el 9% en África y el 9% en Internet.

Sandrine Maricot Despretz

ENLACES :
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