Sonido hasta la embriaguez

Conciertos 06.12.2022

Conseguir que los jóvenes acudan al concierto y encontrar un lugar acogedor y un contenido que les atraiga es el reto que se marcó Laurent Jacquier cuando fundó su festival Maratón, que cada año desde 2014 registra llenos absolutos.  

La cita anual es en la Gaîté Lyrique, con seis horas de música ininterrumpida (de 18.30 a 24.30), que llevan al público de una sala a otra, alternando entre ambas en un impecable fundido cruzado. La propuesta artística de Laurent Jacquier es plural, donde el mundo electrificado de la música improvisada se roza con los instrumentos acústicos y las páginas más escritas de la música. Sea lo que sea, se escucha de pie, con una copa en la mano, o no, según el caso.

La pianista Trami Nguyen (pianista del conjunto Links) nos recibe a las 18.30 h en punto en el histórico Foyer y sus elegantes molduras. Acaba de empezar a tocar: es el elemento acuático el que dibuja el horizonte poético de su programa con Maurice Ravel primero, sus Jeux d'eau y luego Une barque sur l'océan, la tercera pieza del ciclo Miroirs, permitiéndonos apreciar la fluidez y la elegancia del gesto de la pianista en la generosa acústica de este bello espacio. Termina esta (demasiado) corta secuencia con Cordes à vide de Ligeti, Etude 2 del primer Libro, cuyos contoneos rítmicos y armónicos prolongan el movimiento oscilante del piano raveliano. El teclado es más musculoso y el clarinete se tiñe de los colores de la música klezmer en el dúo YOM (alias Guillaume Humery) y Léo Jassef , que se instalaron en el mismo Foyer unos instantes después. Su música improvisada bebe del repertorio de la música oriental, entre efusiones nostálgicas y ritmos enérgicos. La larga y giratoria cadencia de YOM en continua respiración mide la virtuosa actuación del clarinetista, que fue debidamente aplaudido.

DJ Joakim, instalado al borde del escenario, necesita el espacio de la Gran Sala y los cuatro lados de la muralla para su espectáculo audiovisual inmersivo en la encrucijada de los mundos, "una hábil mezcla de vibraciones, frecuencias y pulsaciones", escribe el polifacético artista: no hay título para esta propuesta, sino un universo sonoro de bajo voltaje, mezcla de grabaciones de campo, sonidos instrumentales y materiales sintéticos. En la pared frontal, se reproduce en bucle un montaje de imágenes tan breves como dispares, mientras que las paredes laterales dan protagonismo al reino animal y a especies de todo tipo. De forma más enigmática, la pared del fondo también muestra un texto que resuena con el compromiso ecológico que impulsa al DJ.

El Cabaret contemporáneo que sigue ha tomado el escenario y multiplicado los decibelios: el grupo, siempre muy activo, vuelve con música para bailar, cuyos cinco instrumentistas -guitarra y bajo eléctricos, piano, sintetizador/sampler y percusión- mantienen el flujo sonoro con un frenesí rítmico galvanizante y una búsqueda siempre muy afilada del color, el del piano en particular, tocado en las cuerdas con ese gesto repetitivo y obsesivo que conduce al trance.

Elconjunto Links, habitual en el Maratón -pianos, percusión y teclados digitales-, actuará en la Gran Sala a las 22.00 horas. Se han instalado en el centro del espacio, para estar rodeados por el público. Laurent Durupt y Trami Nguyen se enfrentan, hiperconcentrados e imperturbables, en Fase de piano de Steve Reich. La pieza (1967) del minimalista estadounidense pertenece a los primeros intentos de escritura instrumental del compositor, cuando decidió probar sus procedimientos de desfase/desfase con instrumentos acústicos. Los dos pianos comienzan al unísono y luego se desincronizan gradualmente, dando lugar a todo tipo de figuras rítmicas resultantes, aunque no estén escritas en la partitura, en un movimiento de transformación incesante que es a la vez inquietante y fascinante. Mucho menos conocida y aún más llamativa es la pieza Proverbioes una pieza mucho menos conocida y aún más sorprendente (1995), que explora nuevos horizontes en la estética de Reich. La pieza invita al escenario a los cantantes de Sequenza 9.3 (tres sopranos y dos tenores), dos sintetizadores y dos vibráfonos. Devoto de la música antigua, Reich recurre a las primeras polifonías de la Edad Media, inspirándose directamente en el modelo del organum a cuatro voces de Pérotin, del que conserva el espíritu si no la letra: notas sostenidas (instrumentales o vocales) sobre las que se inscriben figuras más animadas, cantadas o retransmitidas por los dos vibráfonos. Rémi Durupt es el director de orquesta, que regula con gran precisión los mecanismos de esta bella arquitectura sonora. Las voces purísimas de la Sequenza 9.3 seducen, al igual que el arreglo instrumental, escuchado con la misma curiosa atención del público, más angustiado quizás pero igualmente conquistado por la excelencia de la realización sonora.

Nos seduce menos el dúo de percusión Ding Dong (alias Cosmic Neman y Guillaume Quéméré Lantonnet) del que esperábamos más que pusiera de relieve el potencial exploratorio de sus conjuntos instrumentales desplegados en el Foyer moderne. Si la performance electroacústica deAlexandre Bazin se resiente del ruido ambiente de este mismo Foyer donde converge todo el público, Neel y Donato Dozzy, alias Voices From the Lake , acostumbrados ya a programaciones maratonianas, mantienen nuestra atención. Con una máquina de humo que difumina los bordes del escenario de la Gran Sala, los dos artistas sonoros conquistan poco a poco a su público, al que llevan al ritmo de su "música ambiental" -tiempo estirado y figuras sonoras cinceladas- que, como explica Brian Eno, " puede escucharse activamente o ignorarse", a la hora tardía de la actuación que cierra esta Gran Velada.

Michèle Tosi

París, Gaîté Lyrique, 3-12-2022
¡Maratón!
Con : Trami Nguyen (Maurice Ravel y György Ligeti); DJ Joakim; Yom y Léo Jassef (piano y clarinete); Cabaret Contemporain; Ding Dong; Ensemble Links y Sequenza 9.3 (Steve Reich); Alexandre Bazin; Voices from The Lake.

Fotos © retross.e

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