Christine Ott
Hora de morir

Discos 09.04.2021

La multiinstrumentista Christine Ott es una de esas artistas que contribuyen a la confluencia entre el mundo del pop y el de la música culta y a derribar los muros, tanto por sus diversas colaboraciones como por la estética que desarrolla en sus obras.

Esta permeabilidad pasa por el filtro del minimalismo y los efectos sonoros que permite la electrónica, de la que hace un uso abundante, bases comunes que facilitan este acercamiento. Tras un año 2020 marcado por dos álbumes de gran éxito, uno en solitario en ondes Martenot, Chimère, el otro en una formación de música de cámara con el dúo Snowdrops que forma con su cómplice Mathieu Gabry, al que se une la viola Anne-Irène Kempf, Christine Ott propone con Time to Die un "viaje sensorial entre el mundo de los vivos y el de los muertos".

Para el primer tema homónimo, Christine Ott se convierte en una mujer-orquesta (Roland Jupiter-8, Korg Monotron, percusiones), asistida por Mathieu Gabry, para abrir un ritual con consonancias orientalistas, que evoca los frescos hieráticos del acid rock del gran periodo psicodélico. La llegada de un timbal ceremonial y marcial da ritmo a la ceremonia hasta la llegada final de la lluvia. Esta cargada atmósfera sonora (el sonido del chapoteo de la lluvia evoca inevitablemente al menos un recuerdo en cada uno de nosotros) permite el cruce con la intimidad pianística de "Brumes". Todo en notas repetidas, embriagadoras fórmulas mágicas que se envuelven sobre sí mismas, arremolinándose en una reverberación cada vez más vasta, la pieza se deja llevar por un ardor creciente. Landscape" comienza de nuevo con un fuerte contraste, con la etérea voz de Christine Ott, multiplicada por la grabación, sobre un piano recortado, casi mecánico, que choca con la fluidez melódica vocal. Aquí, la chispeante "Chasing Harp" del músico, aureolada por sutiles efectos sonoros brillantes, reverberantes, ondulantes y acuáticos, parece resurgir como una canción de un pasado lejano y enterrado, que habíamos olvidado.

La melancolía desaparece en el clima oscuro e inquietante de la ruidosa introducción de "Horizons fauves", cuyas texturas soportan unos raros trémolos de piano vacilantes, que acaban convirtiéndose en arpegios, cuyos perfumes evocan un minimalismo repetitivo cercano a un Philip Glass. "Comma Opening" es un delicado solo de ondas Martenot, depurado, en el que la misma melodía se repite sin cesar con múltiples variaciones de registros y timbres. "Miroirs" comienza con arpegios de piano sencillos y repetitivos mientras una resonancia cada vez más espacial se insinúa con delicadeza, seguida de un ligero eco, que transforma la simple expresión del piano en una brillante cortina de perlas a través de la cual pasan los rayos del sol. Aquí llega de nuevo la "Lluvia", y el disco concluye con un clima flotante y profundamente nostálgico, en el que el piano se enriquece con el contrapunto de ondes Martenot. ¿Es el final del viaje y la partida definitiva del alma del difunto a un nuevo refugio?

Guillaume Kosmicki

Música compuesta por Christine Ott Christine Ott - Arpa, Voz, Piano, Ondas Martenot, Jupiter8, Percusión, Timbales, Campanas tubulares, Monotrón, Vibráfono / Mathieu Gabry - Mellotron, teclados, vibráfono, efectos, tratamientos y arreglos en 1,4,5,8 / Casey Brown
Gizeh Record, 2021,

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