Es uno de los nombres más destacados de la escena experimental boliviana. Canela Palacios (1979) es compositora e intérprete. En 2015 fundó el colectivo Casa Taller, un espacio de encuentro y creación en la capital andina, La Paz.
Suzanne Gervais: ¿Cómo definiría su música y cuáles son sus fuentes de inspiración?
Canela Palacios : Creo que mi música pertenece a lo que algunos llamamos música académica contemporánea, aunque también escribo música popular, sobre todo canciones. Mis fuentes de inspiración vienen de lo que escucho a diario, de lo que veo, de lo que leo, simplemente. Puede ser una pieza musical, un libro, una idea... Soy muy observador.
Usted ha creado un colectivo artístico. ¿Cuál es su objetivo y quiénes se reúnen?
La Casa Taller es un colectivo de artistas bolivianos, pero también un lugar de encuentro en La Paz. Lo dirigimos los compositores Miguel Llanque, Sebastián Zuleta y yo, aunque hay muchas otras personas, en particular jóvenes compositores que son antiguos alumnos de la Casa Taller o personas que asisten regularmente a nuestras actividades: masterclasses, actuaciones, cursos, conciertos... porque somos un lugar de formación y también de creación. Desde el principio, quisimos crear un espacio dedicado a la formación de compositores, que realmente no se tiene en cuenta en los distintos centros de enseñanza musical de Bolivia.
En Francia y, más en general, en Europa, el sector creativo se enfrenta a una serie de retos, entre los que destaca un menor apoyo público. ¿Cuál es la situación en Bolivia?
En Bolivia, la situación de las artes en general es muy difícil, si nos fijamos en el apoyo público que reciben los artistas y las instituciones. Los fondos que existían, que ya eran muy escasos, se suspendieron casi por completo con la pandemia. Ahora es prácticamente imposible sobrevivir económicamente con el trabajo artístico, y no sólo en la música: en todos sus campos. El nivel de profesionalidad entre los artistas es bajo, y la calidad de lo que ofrecen es escasa, ya que todos tienen que dedicarse a una actividad paralela para sobrevivir.Afortunadamente, existe una pequeña ventaja, y es que la composición es un campo en el que se puede trabajar a distancia sin ningún problema. Podemos recibir encargos de orquestas o festivales de otras partes del mundo y no dependemos totalmente de la situación económica de nuestro propio país. Por mi parte, trabajo regularmente para festivales alemanes como el Donaueschinger Musiktage, donde Los Otros fue estrenada por los conjuntos bolivianos Ensemble Maleza y CG el 15 de octubre de 2021.
¿Quién es el público de la música nueva y creativa en La Paz y, en general, en Bolivia?
En Bolivia, el campo de la música nueva o contemporánea es muy reducido. No somos muchos y la actividad se centra en La Paz, Cochabamba y, en menor medida, Santa Cruz. Pero creo que está ocurriendo en casi todo el mundo. La música académica contemporánea se mueve en círculos más reducidos que la música popular, por ejemplo. Sin embargo, aunque nuestro círculo es pequeño en términos numéricos, es geográficamente amplio: consideramos colegas nuestros a compositores de Colombia, Argentina, Perú, etc., y mantenemos relaciones e intercambios con ellos. Tocamos su música en nuestro país y ellos tocan la nuestra en el suyo.
Entrevista realizada por Suzanne Gervais